lunes, 23 de mayo de 2011

ESTE CURSO

Fue un curso muy extraño. Yo soy muy sensible y por eso puedo haberlo pasado muy mal. Pero equivocarse es de humano y corregirse es de sabio. Así he aprendido algo nuevo, para poder llevarme bien con la gente. Aunque mi madre siempre dice que hay gente y gente acogedora, porque no todos no somos iguales. Y me he dado cuenta de que este curso puede ser de esos especiales que te puede enseñar una cosa a la que nunca llegaste a pensar... Pero este curso puede que no lo olvide jamás, porque seremos amigos para siempre, nos reiremos de estos momentos; y, como todos los amigos, alguna vez se han tenido que pelear. Bueno, ya que Eva, la profesora, me obliga a decir lo demás del curso, pues dejo de escribir de esta "historieta", como vosotros lo llamáis. Este curso es muy lento y ha sido una aventura para mi. He aprendido todo lo que he podido, y creo que estos momentos los recordaremos con nostalgia. Recuerdo cuando nos quejábamos de los portátiles desde principio de año. El maratón, Antonio con su problema de azúcar y tenía que hacer el pino, algunas de mi chorradas como, con la música de Science Content, dije:
-¡Fiesta!
Y así me despido, con un último chiste, deseándoos muy buena suerte.
Y el mejor maratón de chistes de leperos es...
¿Por qué los leperos tienen en sus casas todas las ventanas redondas?
Para que les entre el Sol.
¿Por qué los leperos plantan cebolla en la carretera?
Porque es muy buena para la circulación.
¿Por qué en Lepe los semáforos son de más de 2 metros de altura?
Para que no se los salten.
¿Por qué los polis leperos van todos en chandal?
Porque hay pocos polis en el polideportivo.
¿Por qué los leperos toman el 4º café del día en un vaso?
Porque el doctor recomienda no tomar más de 3 tazas de café al día.
¿Por qué los leperos llevan un hacha en el coche?
Para cortar camino.
Esto era un lepero estaba estudiando para ser piloto y un día se monta en un avión de verdad con su maestro. El maestro sería el piloto. Se montan en la cabina de pilotos y, cuando ya iban volando, el piloto se lleva la mano al corazón y muere. El aprendiz dice:
-Yo no sé manejar esto, voy a llamar a la torre de control. Le llama y le contó la historia y dice la torre de control:
-Tranquilo, diga su altura y posición.
Responde el lepero:
-Un metro con 80 cm y al lado del muerto.

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